La bandeja del Sr. Cifuentes
Cifuentes fue el mozo del bar que frecuento, hasta que se murió. A Ciefuentes le gustaba mucho leer poesía. Cifuentes estaba acostumbrado a llevar muchas cosas en su bandeja de mozo, sin embargo, a veces la bandeja estaba tan cargada que se le caía. Lo mismo le pasaba con algunos poemas. El poema estaba tan cargado de abstracto, que el tipo ponía una abstracción por acá, otra por allá, y por lo general conseguía mantener el equilibrio. Pero también, a veces algunos poemas se le caían (de sentido claro, como una vez se le cayeron las cervezas). Un día se encontró con un poema muy pesado, y se le cayó encima. Y Cifuentes se murió. Pobre Cifuentes.
(de Guía para Pe(s)cadores, de walter iannelli)
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